En la actualidad, todo el mundo habla de Marketing Digital o Marketing online, pero muy pocas personas saben bien de qué se trata y cuál es todo su potencial, razón por la cual algunos suelen incurrir en malas prácticas.
Para desmitificar todas las confusiones, Marketing Digital no es simplemente crear un post en una red social, armar stories, enviar emails promocionales, tener un e-commerce o un blog, como tampoco se trata de crear campañas publicitarias en los distintos canales digitales sin objetivos concretos.
Para ayudarte a entender qué es y para qué sirve el Marketing Digital te explicaremos algunos conceptos básicos y mencionaremos algunas de sus características más importantes. Además, te diremos cuáles son los tipos de Marketing Digital que existen y cuáles son las estrategias que se utilizan para hacer una campaña con ellos.
El Marketing Digital es todo esto y más, porque no solo representa las técnicas que lo hacen posible, sino también las herramientas tecnológicas con las cuales se conducirán a las buenas prácticas del mismo, es decir, el planteo de objetivos que se podrán realizar por medio de los componentes de la mercadotecnia.
Como tal, debe ser parte de la estrategia de marketing general que incluye tanto el canal online como el offline. La clave está aquí, en la palabra estrategia. Su armado es la base de cualquier plan de marketing. Pero no nos adelantemos. Vamos por partes para que conozcas de qué se trata, cómo fue su evolución, las diferencias entre el marketing online y el offline, las estrategias y técnicas principales.
¿A qué llamamos Marketing Digital?
La definición es muy simple: se llama Marketing Digital a las acciones y estrategias que se desarrollan en los canales y medios digitales. Pueden ser acciones y estrategias netamente publicitarias o comerciales, pero siempre llevadas a cabo en el espacio digital.
Ahora, espera un momento, para entender mejor de qué se trata es necesario pensar en la palabra marketing a solas. El marketing abarca técnicas, estudios y análisis que tienen como objetivo mejorar la comercialización de un producto, que satisface necesidades específicas, en un mercado definido.
Como mencionamos al principio, se trata de algo mucho más complejo que el marketing tradicional, sobre todo, porque existen una infinidad de estrategias y canales en los que se puede llevar a cabo. El Marketing Digital puede ir desde la publicidad en redes sociales hasta la creación y optimización de contenido para los motores de búsqueda, entre otras cosas.
Características del Marketing Digital
Para empezar, tenemos que destacar el uso de herramientas y software especializado, sin las que sería difícil pensar en desarrollar estrategias de Marketing Digital. Estas herramientas juegan un papel muy importante, ya que gracias a ellas es posible investigar al público, automatizar tareas, analizar datos y evaluar el desempeño de una campaña de marketing.
De hecho, una de las características más importantes del Marketing Digital es que con él se puede llegar a audiencias muy amplias, segmentar el público en función de diferentes factores, y personalizar casi por completo el tipo de contenido publicitario que llega a cada persona.
Para que tengas una mejor idea de lo que estamos comentando, lo mejor es puntualizar sus características. En líneas generales, podemos decir que el Marketing Digital se caracterizan por lo siguiente.
- La segmentación y la personalización de las campañas publicitarias. Gracias a las herramientas de análisis de datos es posible comprender al público y crear campañas que se ajusten a sus necesidades o intereses.
- La capacidad de evaluar indicadores de desempeño. Tal como sucede con la segmentación, existen herramientas de Marketing Digital que permiten conocer el impacto que tiene una campaña. Es posible medir métricas como el tráfico web, la interacción con los contenidos y la tasa de conversión.
- Lo accesible que resulta para cualquier tipo de empresa o emprendedor. Desarrollar una campaña de Marketing Digital puede ser muy económico. Si bien existen muchas herramientas de pago, no hay que tener un gran presupuesto para empezar a promocionar productos o servicios.
Entender qué es el Marketing Digital es relativamente sencillo, porque de una forma u otra forma parte de nuestra vida. Esto queda muy claro si pensamos en el uso de las redes sociales, los servicios de correo electrónico o los motores de búsqueda como Google.
Pero para que todo esto fuese posible tuvo que pasar mucho tiempo, y hay una infinidad de hitos que debemos tomar en cuenta. Por eso, en el siguiente punto te explicaremos cómo evolucionaron las estrategias de marketing y qué fue necesario para que en la actualidad sea tan sencillo hacer marketing.
Esto no es nuevo, ¿verdad? Es que conseguir la comercialización de un producto de la mejor manera posible ya aparecía con el trueque en épocas antiguas. Es cierto que la palabra marketing se utilizó por primera vez en Estados Unidos, aunque no se sabe si quien acuñó el término por primera vez fue E.D. Jones, un profesor de la Universidad de Michigan, o si lo hizo el primer presidente de la Asociación Americana de Marketing, Fred E. Clark.
En general, se suelen trasladar las técnicas del canal offline al digital, pero eso es un error. Cada canal requiere determinadas formas de llevar adelante un objetivo, con reglas y características propias. Trasladar al online lo que se hace en el offline no es hacer Marketing Digital.
Ahora sí, es momento de conocer su evolución para entender cómo es el estado actual.
La evolución del Marketing
Al contrario de lo que dice el refrán, no todo tiempo pasado fue mejor. El Marketing Digital fue mutando a la par de la evolución de la tecnología, y eso quiso que se convirtiera en una herramienta cada vez más eficaz e interesante.
Hay muchos cambios interesantes en la historia del Marketing Digital, pero la manera más sencilla de comprenderlos es dividirlos en etapas. Veamos cuáles son estas etapas y qué las caracteriza.
El 1.0
Cuando no existían ni las redes sociales, ni los teléfonos móviles habían alcanzado la popularidad que hoy tienen, el Marketing Digital estaba basado en las páginas web. Estas eran muy simples, diseñadas solo para exhibir productos o empresas de manera unidireccional. El mensaje iba desde la empresa a la audiencia, no existían los comentarios de los usuarios, como tampoco los foros o los mensajes directos.
Por esta misma razón, a los consumidores se los considera pasivos durante esta etapa, siendo que no podían interactuar de forma directa con lo que leían o veían.
Esta etapa se la conoce como la era del marketing 1.0. El objetivo, entonces, era trasladar la publicidad de la televisión, la radio, los diarios y las revistas en papel a toda página web que pagara por ello. La venta estaba centrada en el producto y en su especificación.
Aunque parezca mentira, esto sucedió hace poco, ya que las primeras empresas que empezaron a crear y utilizar sitios web estáticos para promocionar sus productos lo hicieron en la década de 1990. Como puedes ver, no ha pasado tanto desde la primera versión del Marketing Digital, pero los cambios desde entonces son impresionantes.
Un punto clave en este tipo de marketing es que a pesar de que el uso de herramientas digitales representó un cambio drástico en la manera en que se llevaban a cabo campañas publicitarias, el enfoque era el mismo del marketing tradicional: la venta centrada en el producto.
Fue la era de los catálogos online, en la que las webs parecían vidrieras digitales de productos o servicios. Por ese entonces, ya empezaba a vislumbrarse el alcance universal que llegaría con la masificación de la conectividad.
Otro dato importante para destacar es que actualizar contenidos, combinar textos e imágenes en los primeros formatos multimedia ya representaba una gran ventaja respecto a los medios tradicionales.
El 2.0
La revolución llegó con la web 2.0. Aparecen los primeros foros, las primeras redes sociales y se instala para siempre la revolución de los medios digitales. Acá empieza lo que conocemos como Marketing Digital, un efecto de la evolución de la www y de la abismal revolución tecnológica.
Precisamente por eso, el enfoque pasó de los productos al consumidor. Ahora, más que promocionar lo que se vende, se trata de conectar con la audiencia, y el objetivo es fidelizar a los clientes.
El eje ya no es la venta, sino la satisfacción y fidelización del cliente. Se le da lugar al posicionamiento corporativo del producto con la atención puesta en el cliente. Es que acá empieza la posibilidad de compartir información de manera más práctica.
Por primera vez, podemos hablar de que el contenido de las campañas publicitarias se utiliza para atraer al público, y que las empresas tienen interés en interactuar y mantener conversaciones con los usuarios.
Esta etapa del Marketing Digital comenzó a finales de la década de los 2000, y se caracteriza por el uso de las redes sociales, la optimización de contenidos para los motores de búsqueda (SEO), y un papel más activo por parte de los consumidores.
Por eso, la labor del marketing 2.0 tenía como objetivo que las campañas interactúen con el público, que debía recibir la información en un entorno que lo interpele, por ejemplo: redes sociales, plataformas o web.
El contenido se compartía casi inmediatamente. Este feedback, que antes era imposible, permitió que texto, imágenes o videos se intercambiaran en un ida y vuelta, que significó un antes y un después para las marcas y para todos los usuarios de la web.
El 3.0
Si pensamos en términos humanos, esta etapa del marketing es el paso de la adolescencia a la adultez. El usuario ya se acostumbró al intercambio de información. Ya conoce las marcas, cada día trae un nuevo descubrimiento, comparte noticias a su gusto, pero ahora busca productos responsables, con conciencia ambiental y social.
El consumidor se involucra como una persona física, con sentimientos, ideas, ética, compromiso y valores gracias a una internet que empieza a ser más semántica. ¡No te asustes! Parece complejo, pero no lo es.
El término semántico hace referencia a un software que puede interpretar el contenido. Más simple, el lenguaje del ser humano por algoritmos. Esto va de la mano de la inteligencia artificial.
Y, para ponerlo en términos prácticos, es lo que hace Google cuando inicias una búsqueda. Entiende hacia dónde quieres ir más allá de que escribas una palabra incompleta o una frase mal redactada.
Aparece la Internet of things o, al menos, empieza a vislumbrarse. Con un teléfono móvil en la mano, se puede conectar todo, desde un perfil personal hasta las luces de la casa.
En esta etapa del Marketing Digital las empresas empiezan a prestar más atención a la experiencia de los usuarios. Precisamente por ello, empiezan a desarrollarse herramientas de análisis de datos que ayudan a comprender cuáles son las necesidades del público, y se le ofrece a las personas el contenido que más se ajusta a sus necesidades.
Aparece la sincronización y la posibilidad de estar “en línea” las 24 horas del día.
El 4.0
Por último, tenemos que hablar de la etapa más reciente del Marketing Digital: el marketing 4.0. En esta etapa, que está en desarrollo actualmente, podemos encontrar avances con la llegada de las herramientas de inteligencia artificial, las tecnologías de realidad virtual y realidad aumentada, y otros elementos que hacen que el marketing sea más inmersivo e interactivo.
Es la etapa que empezó hace unos años, pero de la que todavía no podemos ver la pantalla entera. Lo que empezó con la web semántica continuó en el desarrollo de máquinas inteligentes capaces de recibir instrucciones similares al aprendizaje, por las cuales pueden aprender de las personas y evolucionar, analizando los comportamientos del ser humano.
La semilla de esta etapa pueden ser los bots o las casas inteligentes, pero recién comienza y todavía queda mucho por hacer y aprender. ¿Deslumbrante, no?
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Las dos caras: Marketing Online vs. Offline
He aquí lo más obvio: el Marketing Online es el que se desarrolla en el espacio virtual y el offline en el mundo físico. Pero, claro, eso no es todo, aunque ambas caras son parte de la misma moneda, el marketing.
El Offline
El marketing offline se centra en las 4P (que en español serían 3P y 1D): precio, promoción, producto y distribución. Claro que esto también involucra al Marketing Digital, pero la diferencia se encuentra en que las estrategias del offline están basadas en esto, mientras que las del online involucran otras posibilidades que pronto conocerás. ¡Sigue leyendo!
El marketing offline es muy efectivo a nivel local y puede ser muy exitoso. Tiene muchos recursos a la hora de ofrecer productos y servicios. En tiendas físicas, de la estrategia de marketing offline depende, por ejemplo, la exhibición de un producto o, en el caso de una empresa, su presencia en eventos.
En el offline, los resultados de cada campaña se visualizan una vez que esta termina y, a la hora de pensar en la comunicación, se acude a la radio, televisión, prensa tradicional, el boca a boca, folletos, postales, calendarios, objetos. Otra característica de este tipo de marketing, que a veces se olvida, es la atención al cliente durante la compra en la tienda y el tiempo que invierte el consumidor. Es válido aclarar que las acciones offline no siempre son medibles.
El Digital u Online
Una de las características principales es su evolución a medida que se desarrollan nuevas tecnologías y aparecen nuevos recursos o herramientas.
El Marketing Digital se efectúa en Internet. Así de claro, pero, aunque suene simple, tiene sus complejidades.
Las páginas web, las redes sociales, links, blogs, plataformas, marketing viral, son los espacios en los que se desarrolla este tipo de marketing.
Por eso, los resultados son medibles y las campañas pueden cambiar varias veces como parte de la estrategia, aunque no hayan completado su ciclo.
No tiene fronteras y, al mismo tiempo, tiene a su disposición la accesibilidad inmediata de millones de usuarios en todo el mundo.
Outbound-Inbound: las estrategias principales del marketing
En el armado de un plan de marketing se puede llevar a cabo con distintas estrategias. Las principales son: el inbound y el outbound. ¡Sigue leyendo y te sorprenderás!
Tanto el Inbound como el Outbound tienen como objetivo captar la atención del público para, en términos rasos, poder venderle un producto o servicio. Para explicarlo bien simple y como analogía sencilla, el Inbound tiene como área lo digital y el Outbound el mundo más físico. Inbound significa interno, Outbound, externo.
El Outbound es la estrategia tradicional armada para captar la atención del cliente con un mensaje, y está centrada en el producto. Por ejemplo, anuncios en medios tradicionales o presencia en eventos. También la publicidad en redes sociales o en display/youtube podrían ser consideradas técnicas de marketing outbound porque “van de adentro hacia afuera”.
Por eso hay que hacer foco en la segmentación detallada y en pensar primero en las necesidades del cliente. Justamente para que las acciones inbound no se conviertan en outbound (que es lo que pasa en la actualidad muchas veces).
El mensaje con la información del producto llega a consumidores que no necesariamente lo piden. La comunicación en esta estrategia es unilateral e impersonal.
El Inbound, por el contrario, es una estrategia focalizada en el cliente. El primer objetivo del Inbound es conocer a la audiencia a la que se dirige el producto o servicio, y entender cuáles son sus necesidades y cómo estos pueden adaptarse a ellas.
La comunicación es interactiva y bidireccional. El consumidor es lo más importante, todas las acciones se basan en él. Pero, no es una estrategia invasiva o, no debería serlo. Para ello, se segmenta muy bien el público objetivo y se añade contenido de valor para el consumidor en la presentación de producto o servicio. El fin es la venta, pero el objetivo es el usuario.
Todas las acciones de Inbound Marketing son medibles y siempre los medios para llevarlas a cabo son digitales. Para todo esto, hay muchas herramientas y técnicas distintas.
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Las técnicas principales: SEO, SEM y Social Media
Para poder armar el plan de Marketing Digital hay que tener en cuenta qué hay muchas técnicas distintas. Acá encontrarás las más importantes, pero hay otras y se utilizan en conjunto, combinadas con técnicas y herramientas, para obtener mejores resultados. Tal como hemos visto a lo largo del artículo, el Marketing Digital está en constante evolución, y se adapta tanto a los nuevos desarrollos tecnológicos como a los cambios en las demandas y hábitos de consumo del público.
¡A por ello!
SEO o Search Engine Optimization
Es, como su nombre lo indica, la optimización de los motores de búsqueda. El buscador más utilizado es Google. Lo que hace un buscador es indexar páginas web para que el usuario encuentre lo que está buscando. Lo que hace el SEO es permitir que la página web elegida pueda aparecer en los primeros resultados de las búsquedas orgánicas.
Se trata de un proceso para mejorar la visibilidad de las páginas web con las que se esté trabajando en la estrategia de Marketing Digital. El SEO es cada vez más sofisticado. Sin embargo, la mayor dificultad que presenta es que depende del comportamiento de los algoritmos de los motores de búsquedas.
Se trabaja tanto On Site como Off Site. Para que una página web se posicione en los primeros resultados de los motores de búsqueda debe trabajar la relevancia y la popularidad. La relevancia tiene que ver con la utilidad de la página web, es decir, si brinda contenido de valor y si es relevante respecto a la búsqueda de cada usuario. Acá se trabaja el SEO On Site y que la página web cargue rápido, tenga imágenes y palabras clave junto con las URL optimizadas.
El SEO Off Site está relacionado con la popularidad de una página web. Es decir, cuántos enlaces o movimientos, acciones, influyen en su posicionamiento, llevan al usuario hacia ella. Por eso, se trabaja el SEO con distintas técnicas como por ejemplo el Link Building.
El SEO trabaja solo con las búsquedas orgánicas, es decir, quedan afuera los resultados pagos como los anuncios que aparecen en los resultados principales de un buscador como Google.
Por eso, el SEO requiere de mucho trabajo y, para obtener resultados, se necesita un poco más de tiempo.
SEM o Search Engine Marketing
Otra de las técnicas o tipos de Marketing Digital que debes conocer es el SEM, que Se centra en los anuncios que mencionamos más arriba, que aparecen como primeros resultados de los motores de búsqueda. A diferencia del SEO, es más controlable y los resultados son más rápidos porque es una técnica que requiere un pago al motor de búsqueda.
Parte del trabajo del SEM es el pago para que la página web aparezca como “Anuncio” en los primeros resultados de los buscadores. El objetivo final es mejorar el posicionamiento de una página web. En general, el SEO puede estar incluido como parte de la técnica SEM.
Si estás interesado en hacer una carrera de Marketing Digital, es importante que conozcas estos conceptos, porque el SEO y el SEM son áreas a las que se les presta mucha atención al momento de hacer campañas publicitarias para promocionar una marca, un producto o un servicio.
El lugar más popular desde el que se trabaja el SEM es Google Ads, pero también está Facebook Ads. Con el SEM se puede conseguir más tráfico a la web y conversión, entre otros.
SEO y SEM se suelen trabajar de forma combinada (esto es vital para obtener la mayor eficiencia y eficacia).
SMM o Social media marketing
Es, de acuerdo a Gaby Castellanos, “la publicidad digital compartible”. Un post en Instagram, un video en TikTok, el contenido en una red que se comparte.
El Social Media Marketing es bastante nuevo y suele confundirse con marketing de contenidos, pero ya verás que no se trata de lo mismo. El Social Media representa todas las acciones necesarias para promover un producto o servicio a través de los medios sociales, construyendo un vínculo con la audiencia.
Abarca todas las redes sociales y medios y es parte del Inbound marketing. El objetivo es que el consumidor ejecute el proceso de compra o conozca la marca, pero que, especialmente, afiance su relación con ella. Por eso, trata de llegar al corazón del consumidor.
El SMM usa todas las redes sociales y medios a disposición, de acuerdo al producto o servicio. Y, ganó popularidad gracias al aumento de la participación de los usuarios en las distintas redes. Es una manera muy eficaz de acercarse al cliente y de construir un vínculo.
Es una de las técnicas más completas. Actualmente usada por pocas marcas, ya que los emprendimientos que están iniciando solo creen que “Instagram” es lo único importante.
Entonces, el Marketing Digital
Si llegaste hasta aquí, ¡enhorabuena! Ya tienes una guía esencial para comprender qué es el Marketing Digital y por qué es tan necesario dentro del plan de marketing y como parte de la estrategia de comercialización de cualquier empresa.
Para finalizar, podemos afirmar que el Marketing Digital se ha convertido en una especie de herramienta para las empresas que quieren mantener su vigencia en el mercado, y para quienes recién empiezan y quieren llegar a su público objetivo.
Las viejas formas de hacer marketing quedaron obsoletas y solo las grandes empresas le siguen dedicando recursos. El uso de Internet seguirá creciendo con el paso del tiempo, y es imposible pensar en un futuro en el que no se entienda lo importante que es el Marketing Digital para la relación de las empresas con las personas que consumen sus productos o servicios.
Estudiar marketing te puede ayudar a desenvolverte en el mundo laboral y adquirir herramientas con las que puedas tener diferentes opciones de trabajo.
La definición es útil para poder entender de qué se trata esta disciplina, mientras que la evolución presenta un panorama general para dar cuenta del estado de situación actual. Y, para comprender y analizar hacia dónde se dirige.
Por otra parte, también es necesario saber por qué el marketing online o digital es distinto al offline para poder complementarlos en la estrategia general. O, simplemente, para elegir el camino.
Luego, hay un breve resumen de las estrategias y técnicas principales porque es en la práctica donde surgirán más dudas y preguntas. Y, porque de aquellas dependerá el éxito del plan de marketing y, las decisiones a tomar con el fin único de que un producto o servicio llegue a las manos de un consumidor.
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